Vuelve el Sonic de acción
Lo de "largos años" no es una frase echa, en mi caso ha sido una espera casi interminable, habiéndome gustado tantísimo el primero. No sabía como acabaría el asunto pero ya a los pocos minutos de partida te das cuenta de que la secuela es bastante más ambiciosa que su predecesora.
Como siempre, me gusta comentar como anda la dificultad en el juego de turno, porque es un apartado que condiciona muchísimo la experiencia. En mi primera partida lo jugué en normal, un modo con una dificultad creciente muy bien medida, lo que viene siendo un modo que hace honor a su
nombre para variar, por lo que esta vez el modo normal es una opción.
4 personajes no son pocos para un juego de estas características, todos tienen en común la agilidad y velocidad propias de un juego del erizo pero las habilidades de cada personaje son completamente diferentes. Milla ofrece una acción ligeramente más pausada que el resto, Carol es el personaje más técnico, siendo el que más cambios y capas de profundidad se le ha añadido, por otra parte, Neera es el nuevo fichaje que ofrece un enfoque más de acción, por su puesto está Lilac, la protagonista que es la mejor opción para una primera partida, siendo el personaje más "Sonic" del grupo. Aun estando todos bien diferenciados, siento que los personajes se desaprovechan en cierta medida. Abría preferido que se fuesen intercalando en la aventura como en Sonic Adventure 2, ya que muy seguramente en una rejugada completa al modo historia escogeré de nuevo a Lilac, siendo el mismo recorrido para los 4 personajes sin fases y mundos específicos para cada personaje.
La jugabilidad es lo que cabría esperar de una secuela, un más y mejor, mejor porque se rebalancean personajes como Milla y Carol y porque se añaden nuevas habilidades, destacando la inclusión de un botón que funciona tanto para defenderte de proyectiles como para fintear y contraatacar dejándolo pulsado unos segundos extra, algo que se puede hacer tanto en tierra como en aire, dotando la jugabilidad de una capa extra y mayor fluidez.
El diseño de niveles se siente mas rico que el del anterior, intercaldando de vez encuando niveles frenéticos con otros con pequeños puzles y toques de exploración. Y hablando de exploración, esta se a potenciado bastante debido varios añadidos como encontrar cofres ocultos en el mapa con vinilos con la OST del juego, objetos mas útiles como pueden ser objetos de curación, escudos elementales de todo tipo estilo Sonic 3, o unos orbes que sirven entre otras cosas para comprar objetos.
Los enemigos de cada fase están muy trabajados para ser un juego plataformero, los jefes no son menos. Si los combates contra jefes de los Sonics están bastante por encima de la media del plataformas de turno, los de Freedom Planet están en otra liga, los hay de todos los colores, tamaños y con varias fases, sintiéndolos mas como enfrentamientos que te puedes encontrar en juegos púramente de accion o ARPG.
Hasta ahora he comentado mejoras en el combate, mayor variedad en los niveles o un interesante y sencillo sistema de equipación de objetos, pero el cambio más importante con respecto al primero, son las transiciones que hay entre fases. Ahora al acabar una, no pasas a alguna escena y a la siguiente, sino que hay un mapa del mundo, muy al estilo que puso tan moda Super Mario Bros 3, donde podrás a veces elegir entre varios niveles, deleitarte audio-visualmente con cada fondo-tablero del mundo y lo más bestia, patearte un buen puñado de preciosas ciudades repletas de NPCs únicos (según la descripción del juego como unos 100) ir a tiendas, reconstruir un museo con las monedas del juego, o visitar un cuidado coliseo que recuerda a lo visto en la saga Ratchet and Clanck, repleto de todo tipo de desafíos, incluyendo un completo Bosh Rush, Pateándote las ciudades encontraras easter eggs de todo tipo, te empaparás de información opcional hablando con sus gentes o incluso podrás desbloquear un final secreto con su fase y su jefe, si reúnes ciertos objetos. Si por otra parte, lo que buscas es un arcade puro, siempre puedes jugar en un modo clásico que omite la elaborada trama y el componente aventurero, perfecto para rejugar niveles, aunque de primeras sería todo un desperdicio, ya que el desarrollo del modo aventura casi podría pasar por el de un RPG.
Todo el audio-visual es increíble, nada de animaciones flasheras o truquitos para no hacer pixel a pixel. Las animaciones de los protagonistas son exquisitas y poseen muchas, incluso en las conversaciones tienen todo tipo de expresiones faciales y movimientos, ofreciendo un conjunto que salvando las distancias, a ratos me han recordado al juego de Vanillalware de turno, quizás las animaciones de los enemigos más grandes estén un poco acartonadas, pero son las menos. El arte del juego en sí es una mezcla de personajes que recuerdan a los del mundo de Sonic, aderezados con una ambientación steampunck con toques orientales, algo ya visto pero pocas veces tan bien llevado que acaba sorprendiendo, y creo mejorando lo conseguido en su precuela.
El audio no es mas bueno que en el primero por que es imposible, lo que si es una posibilidad es que esté a la su altura.
Una muestra de lo que podrás oir en los niveles-actos:
Cada zona ofrece una temática diferente sin sentirse que hay varios actos-variantes de la misma, esto se plasma sonoramente sin variaciones de los mismos temas, a esto le sumas que cada ciudad también posee su propia música, incluso los "tableros" para desplazarte entre fases. La única música que me ha sido indiferente es la de los jefes que es de esa que acompaña pero no protagoniza, pero en conjunto es otro apartado muy cuidado que te ará tararear más muchos de sus temas subconscientemente.
También es de aplaudir el trabajo de los actores de doblaje. Se han pegado una currada importante en un juego que está repleto de escenas que narran la trama y en gran parte están dobladas, y es que la trama ni mucho menos es la que encontrarías en un plataformas del estilo.
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